The Denver Metro housing market experienced a slight cooling in July, as is typical during the summer months. While the market continues to show signs of adjustment, there are positive indicators for both buyers and sellers.
According to REcolorado data, the number of home closings in July dipped slightly compared to the previous year and month, suggesting a more balanced market. Despite this, the median closed price for Denver Metro homes remained steady at $600,000, marking a 2% increase from the same time last year.
A notable trend in July was the increased inventory of homes available for sale. New listings were up 11% compared to the previous year, contributing to the highest inventory levels seen in a decade. With more choices available, buyers have had slightly more leverage in the market. Consequently, homes are spending more time on the market. The median time for homes to go from active to pending status increased to 16 days in July, a week longer than the previous year.
As far as interest rates, following a cooler-than-expected jobs report and expectations of a Federal Reserve rate cut, the 30-year fixed mortgage rate dropped to around 6.8%, the lowest point of the year. This decrease could potentially reignite buyer interest in the coming months.
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El mercado inmobiliario del área metropolitana de Denver experimentó una ligera desaceleración en julio, lo cual es típico durante los meses de verano. Aunque el mercado continúa mostrando signos de ajuste, hay indicadores positivos tanto para los compradores como para los vendedores.
Según los datos de REcolorado, el número de cierres de viviendas en julio disminuyó ligeramente en comparación con el año y el mes anterior, lo que sugiere un mercado más equilibrado. A pesar de esto, el precio medio de cierre para las viviendas en el área metropolitana de Denver se mantuvo estable en $600,000, lo que representa un aumento del 2% en comparación con el mismo período del año pasado.
Una tendencia notable en julio fue el aumento en la cantidad de viviendas disponibles para la venta. Las nuevas listas aumentaron un 11% en comparación con el año anterior, contribuyendo a los niveles de inventario más altos vistos en una década. Con más opciones disponibles, los compradores han tenido un poco más de influencia en el mercado. Como resultado, las viviendas están tardando más en venderse. El tiempo medio para que las viviendas pasen de estar activas a estar en estado pendiente aumentó a 16 días en julio, una semana más que el año anterior.
En cuanto a las tasas de interés, tras un informe de empleo más fresco de lo esperado y las expectativas de una reducción de la tasa por parte de la Reserva Federal, la tasa hipotecaria fija a 30 años cayó a alrededor del 6.8%, el punto más bajo del año. Esta disminución podría potencialmente reavivar el interés de los compradores en los próximos meses.
Source: REColorado